domingo, septiembre 4

Hoy cuando venía no podía dejar de estar yendo
y entonces fue ahí que me detuve sin detenerme:
Yo no venía, estaba yendo.
Yo no iba, estaba volviendo.
No necesitaba tomarme el pulso para saber lo muerto que estaba...


Del librito Pescado Rabioso II

No hay comentarios:

Publicar un comentario